Muchos bálanos en una sola concha


Esos redondeles como cráteres que aparecen en la mitad superior de la muestra, son lo que queda de sendas bellotas de mar, también llamadas bálanos. Las placas de su caparazón componían una especie de volcancito, que se pegaba al sustrato en costas rocosas, para no ser arrastrado por el agua. Pero si giramos un poco la piedra...

... resulta que no es una piedra, sino una concha gorda, de “ostra” de las que abundaban en el mismo medio. Los bálanos por tanto crecieron todos en la misma concha. Se notan también sobre la concha los pequeños orificios milimétricos realizados por organismos perforadores.

A veces las ostras también se pegaban unas sobre otras para constituir verdaderos bancos:

Un par de bálanos más de cerca:


Las fotografías están realizadas en diversos puntos de una banda que va de Aznalcóllar a Lora del Río, donde afloran en superficie los materiales más basales de la antigua cuenca marina que hoy llamamos Depresión del Guadalquivir, asentados sobre los materiales de Sierra Morena, que se hunden progresivamente hacia el Sur. Era Terciaria, periodo Neógeno, época Mioceno.