Filón de cuarzo en Peroamigo I: cuarzos


He aquí algunas piezas de cuarzo de las que abundan en las escombreras de las minas de Peroamigo. Es un cuarzo traslúcido, sin llegar a transparente. Pero no es la única variedad de cuarzo que se encuentra en este filón. En la siguiente foto, el cuarzo traslúcido ha crecido sobre cuarzo blanco (llamado “lechoso”):

En realidad, lo más frecuente en este filón de cuarzo de Peroamigo es que alternen bandas de cuarzo traslúcido y de cuarzo lechoso, por cambios en las condiciones de crecimiento. Esto ocurre incluso dentro de un mismo cristal; así, quedan marcadas las que eran las puntas de los cristales en sucesivos momentos del crecimiento. Es lo que muestran los cristales de esta imagen:

Otros ejemplos de las bandas blancas que marcan la situación de las puntas en un instante concreto:

También hay cuarzo amarillo (“citrino”), que toma este color por las impurezas de arcilla que hay dispersas dentro del cuarzo...
... y cuarzo de tonos violáceos ( “amatista”), por contener impurezas de óxidos de hierro:

Ya sé que en estas dos últimas fotos no se ve muy bien el color morado, pero pasan tres cosas: que es un tono más bien suave, que también hay cuarzo blanco y traslúcido en las muestras de las imágenes, y que las fotos tampoco han captado bien el color. A veces los óxidos de hierro no están propiamente dentro de los cuarzos, sino por fuera, dando la falsa impresión de que se trata de cuarzo rojo:

Ese óxido de hierro rojo es hematites, que toma su nombre de su color rojo sangre. Compárese con la que sale de mi dedo tras cortarme en las escombreras con los filos de los bloques de cuarzo rotos (cortan, y mucho):

En la siguiente imagen tenemos, a la derecha, un bloque con puntas de cuarzo grandes, y a la izquierda otra pieza, con bandeado blanco y rojizo...
... que también es cuarzo, aunque no lo parezca. Lo que ocurre es que los cristalitos son tan pequeños que no es posible apreciarlos a simple vista. Además, se disponen en bandas superpuestas, a veces coloreadas. Entonces se suele hablar de “calcedonia”. Algunos ejemplos más de calcedonia:

Hasta aquí, las variedades de cuarzo que fotografié en el filón de Peroamigo. Había también cuarzo completamente transparente (“cristal de roca”), pero en cantidad escasa y en forma de cristalitos pequeños.

Todo este cuarzo creció en espacios abiertos en la masa rocosa. Más o menos la cosa fue así: apareció una fractura de muchos kilómetros de largo, y los bloques a un lado y otro de la fractura se desplazaban uno con respecto al otro; como la superficie de fractura era irregular, surgían a lo largo de ella zonas de apertura y zonas de “apretura”; en una de las zonas de apertura entraron fluidos con sílice en dispersión; y el sílice fue separándose del fluido y depositándose sobre las paredes de los espacios abiertos, en forma de cristales de cuarzo en crecimiento. Así que la zona de apertura se rellenó de cuarzo. Y ese relleno, alargado y estrecho, hoy es el filón de Peroamigo, de un kilómetro de longitud sobre el mapa.

(Un matiz: aunque a esa escala podamos hablar de un filón, al verlo de cerca nos encontraremos en algunas partes un conjunto complejo de filoncitos, porque las roturas y rellenos fueron múltiples y sucesivos dentro de la zona general de apertura.)

El cuarzo es con mucho lo que más abunda en el filón de Peroamigo. Pero, junto al cuarzo, se depositaron otros minerales, algunos de interés económico, que motivan la siguiente entrada de este blog.