"Ola" de conglomerados en Almadén de la Plata


He aquí la curiosa forma que ha dado la erosión del actual arroyo de la Calzadilla sobre estas antiquísimas capas de cantos rodados y arenas. Se nota que las capas superiores han resistido más, por el tamaño de sus cantos o su grado de cementación; por eso forman una cornisa. El aspecto general es como de una ola congelada, aunque por supuesto su formación no tiene nada que ver con ninguna ola. Ni con ninguna congelación, porque la foto está hecha un diez de agosto a las tres de la tarde en una zona de solana y sin árboles; así que frío, lo que se dice frío, no hacía mucho.

Los conglomerados son muy anteriores a la existencia del arroyo de la Calzadilla. Fueron depositados por corrientes de agua en una depresión que se abrió durante el periodo Carbonífero entre las montañas de la cordillera Varisca, dentro del supercontinente Pangea. Esto no debe resultar extraño: el "núcleo duro" de la península Ibérica, que aflora desde Asturias hasta Sierra Morena, es un trozo de aquella cordillera Varisca, aunque con el relieve original ya irreconocible. De modo que no es ninguna marcianada que estemos ante los restos del relleno de una de sus depresiones internas. Relleno que está siendo hoy erosionado y desmantelado por los actuales cauces de agua, como el arroyo de la Calzadilla y otros afluentes del río Viar.