Estelas de Año Nuevo sobre Sevilla

Así empezó el año 2022 en lo que a nubes se refiere. La foto está tomada el uno de enero a las nueve y pico de la mañana, hacia la salida del Sol (Este-Sureste): 

Se ven varias bandas nubosas paralelas. La banda de arriba es muy estrecha. Muchos la reconocerán como la estela reciente de un avión. Más hacia el Este-Sureste (zona central de la foto), otras bandas, algo más anchas y "grumosas", son estelas más antiguas, que han tenido tiempo de expandirse. Finalmente, en la parte inferior de la foto, las bandas ya se han extendido y trasformado tanto que parecen nubes altas naturales. Para que las estelas crezcan así, es necesario que el aire de alrededor esté lo suficientemente húmedo para que, en vez de secarlas, las alimente.

En realidad, todas las estelas de la foto se formaron más o menos donde la primera. Solo que el viento las ha ido desplazando hacia el Este. Por eso, las bandas resultan paralelas, y las más antiguas y transformadas quedan más hacia el Este.

Deducimos por tanto que, a la altura por donde pasan los aviones, deben cumplirse dos condiciones: viento hacia el E o SE, y humedad alta. Veamos si coincide con lo que nos dice la aplicación para móviles "Windy", muy útil para estas cosas. La abrimos, mantenemos el dedo sobre Sevilla unos segundos, pulsamos "sondeo", y sale esta imagen:

Hay que fijarse en los 8-12 km. de altura, que es por donde circulan los aviones normales. A esas alturas, las líneas roja y azul se aproximan; eso es señal de humedad relativa elevada, tal como esperábamos. Por otro lado, las flechas de la derecha dan la dirección de los vientos. Para determinarla, hay que imaginar que las flechas están inscritas sobre una rosa de los vientos. En nuestro caso, los vientos en esas alturas van hacia la derecha o hacia abajo a la derecha, es decir, hacia el Este o el Sureste. Son los vientos que dedujimos de las estelas. Así pues, parece que sí: lo que se ve en el cielo cuadra con lo que se ve en la aplicación.

(No obstante, hay que aclarar que, ni los complejos modelos informáticos de predicción que usa la aplicación, ni los datos con que se actualizan, son tan finos como para distinguir variaciones de la humedad y el viento a escala de cientos de metros, que a veces sí pueden notarse a ojo en las nubes y estelas. Naturalmente, los modelos tampoco entienden del hollín y del agua que suelten los motores de cada avión en cada momento.)

Ahora, miremos más hacia la izquierda, hacia el Este-Nordeste: 

Vemos la prolongación de las estelas de antes, cruzando la imagen de izquierda a derecha. En paralelo a ellas, abajo a la izquierda, se observa una corta estela de condensación en formación, por un avión que está pasando ahora mismo. A esta primera ruta aérea se le añade una segunda, un tanto divergente de la anterior. Se aprecia en ella una estela de condensación muy difusa, pero sobre todo otra estela en formación, que destaca bastante en la mitad izquierda de la imagen. Aquí va un detalle de este último avión y su estela:

Claramente, la primera ruta, que es donde se inscribe la mayoría de las estelas, sigue una dirección Nordeste a Suroeste, y parece bastante transitada. Coincide con una de las rutas aéreas que podemos ver en la aplicación web de ENAIRE: 

Pero, ¿a dónde se dirigen tantos aviones por esa ruta? Si miramos una aplicación de rastreo de vuelos en tiempo real, como Flightradar24.com, podemos comprobarlo: 


Los aviones van hacia Canarias, casi todos en sentido ida. Menuda caravana voladora, por cierto. Al pinchar sobre los aviones en la aplicación, se averiguan muchos datos sobre ellos: modelo, procedencia, fotos... Los que van a Canarias, proceden de distintas ciudades europeas. Supongo que tiene que ver con que ese día era uno de enero por la mañana, y que en Canarias en invierno hace una temperatura más suave que en Frankfurt.