Galena y pirita en El Ronquillo

Baja uno a un río y empieza a encontrar piedras así:


Son masas de cuarzo blanco con agujeritos. Los agujeritos no son redondos, sino que con frecuencia tienen paredes planas. Es como si la masa de cuarzo hubiera contenido cristales de otro mineral, y estos hubieran desaparecido. Algunos de los huecos tienen forma de dado.

Las mismas piedras están llenas de costras y manchas rojas de óxidos de hierro, y amarillentas de hidróxidos de hierro. Suelen formarse cuando el aire y el agua de lluvia alteran minerales con hierro. Los óxidos rojos de hierro se ven a veces rellenando los huecos de antes:


De modo que buscamos un mineral que pueda formar cristales con forma de dado, que contenga hierro, que pueda dar óxidos e hidróxidos de hierro por alteración, y que pueda desaparecer al ser alterado. Encontramos ese mineral un poco más allá:



Se trata de cristales dorados o grises, con brillo metálico, algunos de ellos cúbicos, dentro del cuarzo. Es pirita, compuesta de azufre y hierro. Cuando el agua de lluvia penetra en el terreno y llega a la pirita, la altera: su azufre se convierte en ácido sulfúrico que se disuelve en el agua, y el hierro también se disuelve en esa agua ácida. Así, el agua arrastra ambos componentes y queda el hueco. En función de las condiciones, puede pasar también que ese hierro se combine rápidamente con el oxígeno, y forme óxido de hierro que rellene el propio hueco. 

Resultan sospechosos tantos bloques así en el cauce, sin ninguna pinta de haber sido rodados por el río, y algunos con la pirita muy poco alterada, cuando es un mineral que a la intemperie se altera con cierta facilidad. La cosa huele a escombros de alguna mina. Y la encontramos allí mismo, oculta tras la vegetación:



Aunque apenas se vea (hago unas fotos horribles), ahí está la boca de una antigua galería minera, detrás de las varetas de esa higuera, al borde del cauce de la rivera de Huelva. O sea, en la ribera de la rivera.

Luego se va uno a casa, y se entera por Ángel Domínguez de que, aunque esa mina no la conoce (¡milagro!), a un kilómetro de allí hay otra mina abandonada que ya funcionaba en 1850, y que su mineralización era del tipo PGB, o BPG, o algo así, vamos: filones de cuarzo con pirita-blenda-galena. Parecida a otras minas que hay en algunos kilómetros a la redonda. Pero yo en mi mina solo había visto pirita. Así que, para comprobar si el tipo de yacimiento era el mismo o no, vuelvo al sitio, rebusco, y en efecto: junto al cuarzo y la pirita, hay galena y blenda:




La galena (combinación de azufre y plomo) es el mineral gris que brilla tanto, y la blenda (azufre y zinc) el mineral gris que no brilla tanto. Y también veo que, en los bordes del filón, la presión del "fluido mineralizante" (el agua caliente muy mineralizada que depositó el cuarzo y los tres sulfuros) fragmentó la roca de alrededor...


... y que a veces el cuarzo pudo cristalizar libremente en espacios abiertos, formando pequeños cristalitos alargados:



Las capas de roca en las que se inserta este filón de cuarzo con sulfuros metálicos son las pizarras y cuarcitas del llamado “grupo PQ” de la “Faja Pirítica”. Es un tipo de yacimiento pequeño bastante frecuente en la provincia de Huelva y la parte noroccidental de la de Sevilla. En el siglo XIX y parte del XX, numerosas pequeñas minas explotaron estos yacimientos, pero hace mucho tiempo que perdieron cualquier interés económico. Hoy quedan signos ruinosos de aquellas labores extractivas y mineralúrgicas repartidos por el territorio, en determinados rincones, con frecuencia camuflados en el paisaje.