El arenero de El Cuervo (IV): calizas con caracoles fósiles


 
Buena parte de las capas que se observan por encima de las arenas, en los taludes del arenero de El Cuervo, son rocas formadas por partículas de carbonato cálcico, es decir calizas. Las calizas fueron extraídas en numerosas caleras del entorno para la producción artesanal de cal. Muchas veces, además del carbonato cálcico, la roca tiene una notable proporción de partículas de arcilla, lo que le da un aspecto menos consolidado: entonces ya es una caliza margosa, o margocaliza; o incluso una marga, si ambos componentes están presentes a partes iguales. Las calizas más puras y consolidadas del entorno se observan en las zonas más altas, en las Peñas de El Cuervo. De hecho, es posible que sean más altas precisamente porque esas calizas más duras han resistido mejor la erosión.

En cualquier caso, estas calizas y calizas margosas contienen caracoles fósiles, como los que señala mi mugrienta uña de hidrogeólogo lagunero en la siguiente foto…


… o como el que aparece, sacado de la roca y más obvio, en esta otra imagen:


Tales caracoles, así como los restantes fósiles presentes en la roca (incluidos los microscópicos), son del Plioceno Superior. No son propios de ambientes marinos, sino de humedales someros con aguas salobres. Por otro lado, la “tierra del vino”, de la que ya hablamos en la entrada anterior de este blog, requiere para su formación ese mismo tipo de medios, y el sílex se relacionaba en su génesis con la “tierra del vino”. Por lo tanto, todos los materiales que alternan en las capas del arenero, por encima de las arenas, indican que durante el Plioceno Superior dominó un ambiente de humedal somero en este sector, distinto al marino que había existido durante el Plioceno Inferior.