Vamos a echar un vistazo a unos cerros, de marcada personalidad, dispersos en el Andévalo y en el resto de la Faja Pirítica: Son, como se ve, cerros relativamente pequeños, con un crestón rojizo de roca pelada en lo alto, y laderas en pendiente que bajan desde el crestón. ¿Y qué tiene el crestón? Casi todo él es jaspe: El jaspe es una roca hecha de sílice sobre todo, pero fuertemente teñida de rojo por la presencia de un óxido de hierro. Si esa especie de tinte natural no está presente, la roca puede ser más bien blanca: Además pueden participar de la composición de estas peñas algunos minerales rosados de manganeso (rodocrosita, rodonita). Así que tendríamos, originalmente, sílice, minerales de manganeso rosados, y minerales de hierro rojizos. Al quedar el jaspe expuesto a la intemperie, el agua de lluvia se mete en él por fisuras y demás. El agua, con el oxígeno que disolvió del aire, altera los minerales de hierro y manganeso. Así pueden aparecer por ejemplo manchas amarillentas de