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Mostrando entradas de febrero, 2012

Las playas de Osuna

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Tal vez el título de esta entrada sea un pelín “sensacionalista”, pero no va mal encaminado. Y es que ¿qué podemos encontrar en una playa cuando baja la marea? Pues arena y conchas; y esto, petrificado, es lo que podemos encontrar en Osuna: Como vemos, las conchas (y otros “esqueletos” de organismos: briozoos, algas calcáreas...) aparecen con frecuencia fragmentados. De hecho, la “arena” de esta roca consiste en buena parte en fragmentos muy reducidos de estos esqueletos. Tal reducción se debe al choque de los restos entre sí y con la arena, a consecuencia de olas y corrientes. Otro rasgo que se da en las arenas litorales son madriguerillas y rastros de excavación de organismos, asimismo visibles en la roca: Ahora pensemos en el relieve del fondo arenoso próximo a una playa, parcialmente expuesto en bajamar. No suele ser del todo horizontal: hay rampas suaves hacia el agua, barras de arena mar adentro, canales excavados por mareas, ondulaciones abundantes... El agua crea estas form...

Un mar evaporado en Aguadulce

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Estos son cristales de yeso, que integran una gran masa de este mineral, antiguamente explotada para la construcción. Masas así no son raras en el sureste de la provincia de Sevilla. El yeso, como la sal, se deposita en forma de cristales cuando una lámina de agua marina poco profunda sufre evaporación. Así que podemos imaginar un medio marino poco profundo, poco comunicado con mar abierto, y en clima más bien árido. Ese mar se instauró durante el Triásico, primer periodo de la era Secundaria o Mesozoico. En él se depositaron estos yesos. Como era de esperar, se depositó también sal. De hecho está ahí, entre los materiales del Triásico. Lo que ocurre es que no se suele ver, porque el agua de lluvia la disuelve con facilidad en superficie y también en el subsuelo, tras infiltrarse. Pero esa misma agua, cargada ya de sal, acaba apareciendo en superficie de un modo u otro en forma de ríos salados o de lagunas saladas. De ahí que en la zona haya arroyos con nombres como “Salado” o “Sal...

Ostras y vieiras en Estepa

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He aquí una notable acumulación de conchas y arenas, cerca de Estepa. El contexto geológico es similar al que contaremos al respecto de Osuna (véase la correspondiente entrada), pero los fósiles están mucho más enteros y son abundantísimos. Hay parientes de las ostras (en este caso con perforaciones practicadas en la concha por otros organismos)... ... y también parientes de las vieiras, con las típicas “orejas” en la concha: Algunas conchas se vieron recubiertas por colonias de briozoos en aquel fondo marino: Se encuentran asimismo caparazones de erizos de mar de forma aplastada, en cuya superficie se advierten los pequeñísimos redondelitos donde se insertaban las espinas (conste que el dedo no es mío)... ... y otros fósiles. Estas rocas fueron explotadas por el hombre y aparecen en los muros de los monumentos de Estepa, con las conchas incluidas: De ahí que existan altos taludes verticales en el lugar, que son frentes de explotación de la cantera, y que a veces exponen fracturas ver...

Granitos junto a El Real de la Jara

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Este granito aparece cuarteado. Se debe a que la roca presentaba una red de fracturas, apenas perceptibles en principio, pero que están siendo ampliadas por el efecto disgregador de aire y agua. Este efecto disgregador progresa con más intensidad en las fracturas y aristas, y así las amplía. En la siguiente imagen la división entre bloques es ya muy notable, y algunos empiezan a redondearse, camino de definir los típicos “bolos” de granito:   La disgregación del granito consiste en que los granos minerales oscuros, y algunos de los claros, se alteran a arcillas con óxidos e hidróxidos, mientras que los granos menos alterables (cuarzo, feldespatos potásicos) persisten y quedan como gruesos granos de arena. Así, la roca en su conjunto acaba siendo una tierra arcillosa teñida de óxido, con los granos más resistentes dispersos en su interior. Estos productos de alteración no se observan en las fotos anteriores, ya que el agua del arroyo los retira en las crecidas. Pero, ¿y si no se r...