El Homo discordantis
Yo no sé qué pasa, que cada vez que encuentro un buen contacto entre el Paleozoico de Sierra Morena, debajo, y el Terciario de la Depresión del Guadalquivir, encima, y voy a hacerle una foto, me aparece un hombre. Luego de hacer la foto, se escabulle.
Siempre es el mismo. Lo más común es que adopte una postura incomprensible, y se sitúe así ante la cámara, sobre el contacto. Por ejemplo, una vez tendió la mano en paralelo al contacto, en gesto de mostrarlo...
... y otra, directamente, se tumbó sobre él a tomar el sol (parece inmune a los calores):
Cuando se hace acompañar de otros seres, entonces son ellos los que toman las poses:
Una aparición tan recurrente, como se entenderá, resulta inquietante, pero también me intrigó. Era indudable el vínculo de aquel ser con el contacto geológico; en él, parecía como en casa.
Así que investigué. Y el resultado no fue nada sorprendente: en efecto, vivía sobre el contacto. Aporto testimonio gráfico: habita la pequeña localidad que asoma al fondo a la derecha de la foto, en la cual se ve igualmente el referido contacto:
Por sus características, distantes del común, es posible que estemos ante una nueva especie humana. Y dado que el contacto donde vive es una discordancia (porque las capas de arriba, horizontales, no “concuerdan” con las de abajo, inclinadas y plegadas), propongo el nombre de Homo discordantis, “el hombre de la discordancia”, para esta especie.
Gran tipo, el Homo discordantis.
Siempre es el mismo. Lo más común es que adopte una postura incomprensible, y se sitúe así ante la cámara, sobre el contacto. Por ejemplo, una vez tendió la mano en paralelo al contacto, en gesto de mostrarlo...



Así que investigué. Y el resultado no fue nada sorprendente: en efecto, vivía sobre el contacto. Aporto testimonio gráfico: habita la pequeña localidad que asoma al fondo a la derecha de la foto, en la cual se ve igualmente el referido contacto:

Gran tipo, el Homo discordantis.