Agua lechosa en Jerez



El agua que sale por ese hueco se ve turbia, lechosa, con manchas blanquecinas flotantes. Dentro del propio hueco, el agua corre sobre una especie de costras de moco filamentoso también blanquecino, un tanto verdoso. Por los resquicios de la pared de piedra, asoman manchurrones parecidos. Para colmo el agua huele mal, a podrido. Tiene todo tan mal aspecto, que parece un vertido de aguas residuales sin depurar.

Sin embargo, el agua es completamente natural, y la gente se bañaba en ella.

Se trata de un manantial de aguas sulfurosas. La pared es una de las paredes del pequeño balneario que se levantó allí mismo. De la fuente sale una pequeña gavia que alimenta una piscinita:


Que el agua contenga sulfuro fue la clave del uso terapéutico en el balneario. Pero también es la clave del olor y de las manchas:
- El olor, viene de que el sulfuro disuelto se convierte en parte en ácido sulfhídrico, que se escapa al aire y huele fatal.
- Las manchas y costras, son blancuzcas porque contienen microorganismos con partículas de azufre sólido en sus cuerpos. Y esos microorganismos producen esas partículas a partir del sulfuro.

Lo que hacen tales bichos con el sulfuro, es lo mismo que hacemos nosotros con los azúcares: hacerlo reaccionar con el oxígeno del aire, y quedarse con la energía liberada. Así, el sulfuro se oxida a azufre sólido, y este en su caso a sulfato. Una parte del azufre lo acumulan en sus cuerpos, como reserva, para oxidarlo si el sulfuro dejara de llegarles por cualquier eventualidad. Y esas son las partículas de azufre responsables de la tonalidad de esos microorganismos. 

(Eso no quita que en la misma masa pegajosa puedan vivir otros muchos microorganismos: bacterias y arqueas que oxidan sulfuro sin acumular azufre; otras que crecen sobre azufre sólido liberado; bacterias fotosintéticas verdes y rojas, que utilizan el sulfuro para convertir el CO2 del aire en materia orgánica; bacterias que oxidan componentes del agua distintos al sulfuro, como hierro ferroso; bacterias, hongos y protozoos que se comen a todos los anteriores y entre ellos; algas; etc.) 

Los manantiales de agua con sulfuro, son relativamente abundantes cerca de las arcillas con yesos de la campiña. Y ahí puede estar el origen del sulfuro: en los yesos. Los yesos son sulfato de calcio, y el agua de lluvia que entra en el terreno puede alcanzarlos y cargarse en sulfato disuelto. El agua con sulfato puede verse desprovista de oxígeno en determinadas situaciones, porque lo consuma la descomposición de materia orgánica presente en el terreno, por largo tiempo de separación del aire, etc. Y en ausencia de oxígeno y abundancia de sulfato, ciertas bacterias del subsuelo pueden trasformar el sulfato en azufre y este en sulfuro. Así, puede el agua cargarse en sulfuro.

De modo que, en resumen, unos microbios del subsuelo, en ausencia de oxígeno, consiguen energía pasando el sulfato de los yesos a azufre, y este a sulfuro; y, cuando el agua con sulfuro sale por el manantial y se oxigena, otros microorganismos consiguen energía mediante las trasformaciones contrarias.

Y paro ya, que estoy hablando mucho de bichos vivos, y la neontología no es el objetivo de este blog. Pero los microbios raros que comen o producen minerales, me parecen de lo más interesante.