Los minerales del Cerro del Hierro

En esta entrada vamos a dar un repaso a los minerales del Cerro del Hierro. O, mejor dicho, a las apariencias más vistosas de los minerales más abundantes en el Cerro del Hierro. Será un repaso rápido y visual. No contaremos nada sobre su origen, yacimiento, explotación... 

Empezaremos por la barita. Sus componentes son sulfato y bario. Suele presentarse en forma de tablillas. A veces las tablillas son bastante gordas:


Otras veces son finas, se acuñan y se agrupan en haces, a modo de abanico:



En ciertas zonas pueden verse grandes bloques de barita:


Ahora, fijémonos en estas dos muestras de barita:


La de la derecha es una tablilla normal, pero la de la izquierda tiene unos huecos extraños. La forma de los huecos es romboédrica. Es como si ahí hubieran estado incrustados cristales romboédricos de otro mineral. Y es eso lo que ha ocurrido. Ahí hubo romboedros de calcita, que fueron disueltos.

Existen masas de calcita con granos de gran tamaño en el Cerro del Hierro. Muestran la típica rotura según un patrón romboédrico:




La calcita de las fotos anteriores es blanca y un tanto translúcida. En otros puntos se encuentra calcita incolora y trasparente ("espato de Islandia"):

En algunas venillas la calcita es rosada, porque, además de carbonato y calcio, incorpora algunas impurezas de hierro:


En el Cerro hay dos minerales muy parecidos a la calcita en aspecto y composición, pero que contienen hierro, como componente esencial, no como impureza marginal. Son la siderita y la ankerita. No es fácil distinguirlas entre sí. Pero sí pueden distinguirse de la calcita, al menos en el Cerro, gracias a una alteración que les sale en las superficies expuestas, y que les da tonos amarillentos o anaranjados, y a veces un brillo entre dorado y cobrizo (ignorad de momento las partes grises):





Dicha alteración transforma el hierro del mineral en limonita. La limonita es un material terroso y amarillento, constituido sobre todo por hidróxidos de hierro. Las masas de limonita son frecuentes en el Cerro del Hierro. En esta foto, la cosa terrosa anaranjada de la izquierda es limonita (ignorad de momento lo de la derecha):


La limonita puede llamar la atención por su color. Pero en el Cerro del Hierro abunda otra forma de hidróxido de hierro mucho más vistosa: las bolitas arracimadas de goethita



Hasta ahora hemos visto carbonatos de hierro, hidróxidos de hierro... ¿No hay óxidos de hierro? Sí, a montones. De hecho ya aparecían en las fotos anteriores, solo que le he pedido al lector que los ignorara. Tanto la cosa gris metálico que acompañaba a la siderita, como la cosa terrosa roja junto a la limonita, eran hematites, un óxido de hierro. Se trata de dos apariencias distintas del mismo mineral.

En la siguiente muestra, la hematites se presenta principalmente con la apariencia gris de brillo metálico. Pero en la parte superior derecha adquiere otra apariencia nueva, la de bolitas, parecidas a las de la goethita, pero menos negras y de brillo algo distinto:


Con mucha suerte, he encontrado una cuarta manera de presentarse la hematites en el Cerro del Hierro:



Es hematites más o menos rojiza, pero con una forma externa de cristales de doce caras pentagonales. Ocurre que esos cristales no son propios de la hematites, sino de la pirita. Lo que ha sucedido es que el sulfuro de hierro de la pirita se ha alterado, y se ha convertido en óxido de hierro, pero la transformación química ha respetado la forma externa de los cristales originales. Al resultado se le llama pseudomorfo, porque es un mineral con una forma externa que no le corresponde.

Si los anteriores pseudomorfos eran indicios de la antigua presencia de pirita, el siguiente mineral verde puede ser indicio de la antigua presencia de calcopirita: 



Son costrillas y fibrillas verdes de malaquita. Es un carbonato de cobre, y suele resultar de la alteración de sulfuros con cobre, por ejemplo la calcopirita.

Y acabamos el repaso rápido a los minerales destacados del Cerro del Hierro con un óxido que no es de hierro, sino de manganeso. Algunos lo confunden con un fósil vegetal por su costumbre de crecer en "dendritas". Hablamos de la pirolusita: