Filón con turmalina en Peralejo

Admiremos estos haces de agujas negras brillantes...
... a veces de considerable longitud:

Cada aguja es un cristal del mineral “turmalina”, en su variedad negra (“chorlo”). Se encuentran en el seno de un material blanco, que es cuarzo. Ambos, cuarzo blanco y turmalina negra, constituyen un bonito filón dentro de una roca granítica. En realidad no hay un solo filón, sino varios próximos, cada uno de ellos de dos o tres palmos de grosor. En la siguiente foto, aparece uno de esos filones, con su cuarzo blanco mayoritario y su turmalina negra minoritaria, y con una de las zonas de contacto con el granito, que es la franja superior:


La turmalina es un mineral que contiene un elemento poco frecuente: el boro. También hay en estos filones mineral de wolframio, que es otro elemento raro. Si recordamos lo dicho en las entradas anteriores acerca del filón de Peroamigo, encontrábamos en él cuarzo mayoritario con algo de calcita, y acompañado de fluorita (que tiene flúor, infrecuente), galena y blenda (con plomo y zinc, asimismo raros). Y en el filón del Real de la Jara que tratamos en otra entrada, teníamos nuevamente cuarzo y algo de calcita, con galena y blenda.

En resumen: filones de cuarzo (y a veces calcita) con minerales de elementos raros tales como flúor, boro, plomo, zinc, wolframio... tan concentrados que hacen rentable la explotación minera: la explotación de la fluorita en la mina de Peroamigo, la de minerales de wolframio en esta mina de Peralejo, o de la galena y la blenda en la mina de El Real de la Jara.

Pregunta inmediata: ¿por qué estas concentraciones de elementos infrecuentes en algunos filones de cuarzo?

Veamos. Supongamos que hay una gran bolsada de roca fundida de determinada composición, a unos kilómetros bajo la superficie terrestre. Conforme se enfría, primero se retiran del fluido determinados componentes mayoritarios, que van a formar los minerales de rocas tales como el granito y otras parecidas. Y así van quedando en el fluido los componentes no retirados, o retirados en menor medida: el agua, la sílice, el flúor, el boro, y otros. Así se concentran los elementos raros en el fluido. Este fluido puede moverse con relativa facilidad a través de grietas, incluso ampliarlas por su presión. También pueden enriquecerse selectivamente en algunos componentes mediante intercambios con las rocas aledañas. Cuando el fluido se va enfriando, los componentes se depositan: la abundante sílice dispersa se separa en forma de cuarzo, el boro va a parar a la turmalina, el flúor a la fluorita u otros minerales, el plomo a la galena... y de esta manera se rellena la grieta donde se encuentra el fluido, con cristales de estos minerales, formando el filón de interés económico.

Puede pasar que el fluido no derive de roca fundida inicial, sino que sea simplemente agua subterránea calentada (la temperatura siempre aumenta con la profundidad) que se mueve por grietas, y que interacciona con la roca de alrededor, cargándose de determinados componentes, y trasportándolos para depositarlos en otro punto. Tal proceso puede conducir también a la aparición de filones con concentraciones interesantes de minerales con elementos poco frecuentes, y con cuarzo y calcita, que son bastante móviles.

Naturalmente, la realidad es mucho, mucho, muchísimo más compleja que lo que acabo de decir. Por ejemplo, por sus características, los filones de cuarzo con wolframio dentro del granito en Peralejo pueden tener una historia bastante distinta al filón de cuarzo y calcita con sulfuros dentro de una falla en El Real de la Jara. Pero, para proporcionar una explicación general e inicial del motivo de las concentraciones de esos minerales con elementos químicos raros en los filones de cuarzo, lo dicho sirve. Solo añado que precisamente la movilidad de los componentes dentro del fluido, y la disponibilidad de espacios abiertos, permite el crecimiento de los cristales hasta un tamaño apreciable en el interior de los rellenos. Y por eso me he ido a hacer fotos a filones antiguamente explotados.

Pero no todas las minas se establecen en filones. Las concentraciones de minerales de interés aparecen también de otros modos, como se apunta en las siguientes entradas de este blog.