Un magma dentro de otro en Almadén (I)
(Estas entradas van dirigidas a todos aquellos que, de pequeños, vieron en su libro de texto que "un granito es una roca plutónica compuesta de cuarzo, feldespato y mica", junto a una foto de un bloque de granito estándar y un redondel amarillo dentro de la corteza terrestre; y por tanto piensan que un afloramiento de granito en el campo es el colmo de la homogeneidad, pura quietud y aburrimiento, sin mucho que contar. Pues se van a enterar.)
La roca de toda la zona del berrocal de Almadén de la Plata,
fue en su momento una enorme “bolsa” de magma que se estancó a cierta
profundidad bajo la superficie terrestre, y allí se enfrió. Al enfriarse, los
grupos de átomos que formaban el magma iban perdiendo energía para moverse,
hasta que se detuvieron, de la manera en que lo suelen hacer: asociándose para
formar los granos minerales sólidos. Por la composición del magma, en este caso
se formó bastante cuarzo y ortosa, y la roca resultante fue un granito, de
color claro.
Pero, en un determinado sector, el granito claro contiene
partes más oscuras:
Son marcados y muy ondulados, con entrantes y salientes. La
única manera de explicar eso es un contacto entre dos líquidos. Es decir, que
los cuerpos oscuros fueron como “gotas” de otro magma distinto, dentro de la
bolsa de magma granítico. Sería un magma con menos sílice, por la menor proporción
de minerales claros.
Dentro de algunas “gotas” viajaban a su vez otros cuerpos...
Hasta el momento, entonces, el relato general sería: un
magma menos silícico (y por tanto más fluido) atravesó unas rocas con capitas,
e incorporó algunos trozos; luego llegó hasta una gran bolsa de magma más
silícico, accedió a ella, y formó “gotas” en su interior. También puede ser que
las gotas con trozos de roca y las gotas sin trozos, signifiquen dos o más
entradas distintas de magma extraño a la bolsa de magma mayor.